Milei cerró la campaña en Rosario: pronosticó un triunfo nacional con todos sus candidatos y acusó al Congreso de “destituyente”

Con la imponente ribera del río Paraná como marco, Javier Milei cerró en la noche de este jueves la campaña nacional del oficialismo en el Parque España de Rosario. Fue el último acto antes de las elecciones del domingo en las que pretende plebiscitar su gestión, después de semanas de inestabilidad cambiaria y política, renuncias anticipadas en el gabinete y luego de meses de acumular derrotas legislativas y denuncias por corrupción.

“Somos el primer gobierno libertario de toda la historia del mundo”, exageró el mandatario, que volvió a pedir tiempo.

Milei hizo un repaso por sus primeros 20 meses de gestión en los que tuvo que enfrentar, en sus palabras, a “la máquina de impedir” que se prendió justo cuando “la economía iba a todo vapor”, en febrero pasado, según sus cálculos.

“Pese al Congreso destituyente, que atacó el programa de gobierno, llegamos de pie a las elecciones. A partir del domingo, va a cambiar en serio la Argentina“, prometió Milei. La militancia lo celebró con “la casta tiene miedo” y vivó al ministro de Economía, Luis Caputo, que estaba presente junto al resto del gabinete. Milei volvió a prometer el fin de la inflación para mediados del año que viene.

El Presidente celebró los supuestos hitos de su administración; desde el fin de los piquetes, a la guerra contra el narco, la baja de la pobreza y la compra de F16. “Somos el mejor Gobierno de la historia. Tenemos que defender todo el camino recorrido. La casta se resiste. De nuestro lado están los argentinos de bien y les vamos a ganar en las urnas”, se entusiasmó antes de volver a pedir el voto.

Fue el coralario de un camino demasiado largo y accidentado para el Gobierno, a la defensiva en el frente político y por la tensión cambiaria. “Todos los tibios que estén en el medio son cómplices”, advirtió Milei sobre las opciones de centro. El Presidente tuvo que hacer noche en la ciudad, obligado por la situación climática, que no le permitió regresar en helicóptero.

El acto en Rosario fue la última posta de una carrera electoral que se hizo muy cuesta arriba después de la paliza en la Provincia del 7 de septiembre y de la eyección de José Luis Espert, primer candidato bonaerense, en medio de un escándalo por sus vínculos con el supuesto empresario narco Fred Machado.

Rosario. Milei ingresa al acto en Parque España. Foto: Sebastián Granata. Rosario. Milei ingresa al acto en Parque España. Foto: Sebastián Granata.

A las 20.20 cinco minutos despues de ser anunciado, Milei bajó por las escalinatas del anfiteatro, en un pasillo humano custodiado por las columnas de Las Fuerzas del Cielo que reportan a Santiago Caputo, Agustín Romo y el Gordo Dan y se hacen llamar la guardia pretoriana del jefe de Estado.

Algunos pedían que no apuntaran con los flashes de los celulares al mandatario, otros que se cerraran para hacer más angosto el plano y el pogo más furioso. De fondo sonaba Panic Show, de La Renga, en loop.

El mandatario, con su característica campera negra de cuero, tardó 15 minutos en llegar al escenario. Lo esperaban y aplaudían su hermana Karina Milei y los candidatos de LLA de todo el país que había presentado un rato antes Manuel Adorni.

Milei con todos los candidatos. Foto: Sebastián Granata. Milei con todos los candidatos. Foto: Sebastián Granata.

Diego Santilli, Patricia Bullrich, Luis Petri, Virginia Gallardo y el local Agustín Pellegrini, el más joven de la nómina y el único de ellos que habló, fueron los más aplaudidos. “Es una elección bisagra, estamos frente a un cambio de época”, dijo Manuel Adorni, el vocero presidencial, legislador electo y maestro de ceremonias

Adorni, que también fue ovacionado, enfatizó, como el Presidente luego, que no votar o elegir otras opciones que no sean a LLA son votos perdidos y presentó a Karina Milei como el jefe, aunque esta vez no habló.

Fue un nuevo intento por reeditar la épica de la campaña de 2023, que también trajo a Milei a este lugar. Las dos enormes columnas románicas que dominan el parque funcionaron como guiño a la estética imperial que tanto gusta a los mileístas.

Más allá de la cuidada puesta en escena, siquiera en el último día antes de la veda ni después de la magnitud del rescate de EE.UU., el Presidente pudo concentrar la atención total de la agenda política. El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona apuró su renuncia, como había hecho el ex canciller Gerardo Werthein 24 horas antes.

En la previa, en tercera ciudad más poblada del país lo aguardó, como a cada lugar que fue durante la campaña, una contramarcha opositora y un enorme despliegue de fuerzas federales que incluyó perros, vallas, francotiradores, inhibidores de drones y barcos de Prefectura para garantizar su seguridad, además del cierre de varias manzanas a la redonda del Parque.

Los casi 8 mil militantes que fueron a escucharlo amenizaron la espera con rock, jingles y algunas de las canciones grabadas en el concierto de Milei en el Movistar Arena. “Kuka tirapiedra”, con la música de Dame Fuego, de Sandro, fue la más festejada.

En la enorme pantalla detrás del escenario se proyectaban algunos de las caminatas breves, intensas e hiper-custodiadas de campaña que Milei inició en Córdoba hace casi un mes y los nuevos spots de la campaña.

Jóvenes con camisetas violetas que reportan al armado de Karina Milei y los Menem se congregaron para esperar al Presidente desde las primeras horas de la tarde de las 16 en los alrededores del Hotel Ros Tower, en la esquina de Catamarca y Mitre mientras se refrescaban a la sombra de un día a pleno sol y arriba de los 30 grados.

En el acto mientras regalaban remeras violetas, se mezclaron con las columnas de Las Fuerzas del Cielo, siempre de bordó. Hubo tensión pero ninguna agresión como amenazaban vía redes.

En la pantalla gigante se proyectaron también en continuado los spots de campaña. El más importante era el que pedía marcar en el debut de la Boleta Unica Papel en todos los distritos la figura del águila y el color violeta que caracterizan al oficialismo, en una campaña con candidatos desconocidos en la que el Presidente planeaba plebiscitar su gestión.

La elección de la ciudad santafesina para el cierre nacional no fue casual. El Gobierno se abraza a una pelea cabeza a cabeza con la boleta del peronismo que lidera Caren Tepp y en un escenario de tercios, que completa Provincia Unidas, la fuerza del gobernador Maximiliano Pullaro, que lleva como primera candidata Gisela Scaglia. La vicegobernadora no posó el miércoles con Mauricio Macri y el resto de los candidatos del PRO, aunque es la titular del partido amarillo en la provincia. Bullrich le hizo gestos de prudencia a los militantes, cuando insultaron al mandatario provincial.

En la Rosada se abrazan a la idea de que una victoria o un muy buen resultado en la provincia les sirva para poder construir la idea de un triunfo a nivel nacional, que necesitará también de victorias en Mendoza, Entre Ríos, CABA, Salta, Chaco y un papel digno en Córdoba.

Milei y Patricia Bullrich en Rosario. Foto: Sebastián Granata.Milei y Patricia Bullrich en Rosario. Foto: Sebastián Granata.

Fuente: www.clarin.com

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